La Eficiencia Energética se puede definir como la optimización del consumo energética para unas determinadas condiciones de confort y niveles de servicio. Su aplicación práctica pasa por tanto por la implementación de medidas que minimizan las pérdidas de energía, consiguiendo ahorros y ajustando el consumo energético a las necesidades reales del cliente.
La eficiencia energética puede contribuir de forma decisiva a la lucha contra el cambio climático, a la mejora de la seguridad energética y de la competitividad.